Este es el armario donde mi jefe guardaba la única computadora de la redacción. ¡Bajo llave! La utilizaba para hacer las guardias del fin de semana y jugar al solitario. Guía de teléfono, la información de dos teletipos y los diarios de la mañana fueron, hasta ahora, nuestras únicas fuentes de prensa. Dos sensaciones, bronca por haber perdido tanto tiempo sin manejar esta tecnología maravillosa y nostalgia por un pasado que se diluyó de golpe. Extraño el sonido del teletipo…
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario